27 de octubre de 2008

Lección 8

CÓMO SOBREVIVIR A LOS CARGOS INTERMEDIOS


OBJETIVO DE LA LECCIÓN

Conseguir mantener la cordura cuando un jefe, que a su vez tiene por encima otro jefe, te pide cosas incoherentes o en discordancia con las órdenes del otro.

VOCABULARIO IMPRESCINDIBLE

Cargo intermedio
. (Del latín cargans, cargantis: pesado) 1.Jefe de algo que depende de otro jefe que depende de algunos jefes más. 2.Individuo que se cree un jefe cuando en realidad es otro subordinado.

Suele ocurrir que el jefe que uno tiene al lado, ser idolatrado y en apariencia único, es en realidad una trinidad.

Pero, ¿por y para qué existen estos jefes? Nadie lo sabe. Se piensa que su utilidad viene de antaño, cuando la Administración era aún un reino oscuro donde para rellenar un impreso de situación familiar había que introducir un calco entre original y copia y pronunciar las palabras mágicas “Vuelva usted mañana”.

Es una escena habitual en nuestros despachos: nuestro jefe entra y nos pide lo imposible (“Hágame este informe rápidamente”) y pone por excusa que tal o cual jefe lo ha pedido. Descubrimos entonces que nuestro jefe, El Gran Jefe, no es el Unico Jefe y que por encima de su cabeza hay otro jefe que le pide a él informes para que él nos lo pida. ¿Quién es entonces nuestro jefe? La respuesta es bien sencilla: un cargo intermedio, una marioneta a las órdenes del verdadero jefe, que es quien mueve los hilos.

De acuerdo, puede que parezca increíble, pero es más complicado de lo que parece, porque por encima del jefe de nuestro jefe hay en ocasiones otros jefes y por encima Jefes de Sección, Subdirectores, Directores, Directores Generales, Directores Gerentes, Administradores y ¡quién sabe qué otro tipo de fauna jeferil!

El consejo de este humilde profesor de supervivencia: creer siempre al jefe cuando nos amenaza con que “lo han pedido desde Arriba” porque puede ser cierto. Atención: he dicho creerle. No significa: ponerse a trabajar como locos porque el de Arriba, si le aprieta las tuercas a alguien no va a ser a ti. Va a ser a tu jefe.



20 de octubre de 2008

Lección 7

CÓMO SOBREVIVIR A LA FOTOCOPIADORA


OBJETIVO DE LA LECCIÓN

Conseguir que una simple máquina no nos amargue la vida.

VOCABULARIO IMPRESCINDIBLE

Fotocopiadora. (Del griego photos: luz que nunca nos ilumina) 1.Máquina que sirve para duplicar documentos sin que ello se pueda considerar piratería.

Suele ocurrir que el administrativo considere la fotocopia como uno de sus mejores aliados hasta que ocurren dos cosas que cambian su forma de pensar: la primera) cuando llega el tipo de Riesgos Laborales y le dice que si levanta la tapa producirá una catástrofe ecológica porque la luz de la fotocopiadora rompe las moléculas de oxígeno del aire produciendo ¡ozono nocivo! (pero... pero... ¿no estábamos todos de acuerdo en proteger al ozono? ¿Por qué es nocivo con nosotros?), y la segunda) cuando alguien de la mesa de al lado bloquea la máquina y te pide a ti (con toda la gente que hay alrededor) que le ayudes a desatascarla.

Pero, ¿por qué a ti? Nadie lo sabe. Es una escena habitual en nuestra Administración que sin comerlo ni beberlo te veas implicado en una lucha a muerte con la fotocopiadora más cercana. La culpa la tiene siempre el/la más inútil del despacho. Jamás la más sexy. Ocurre cuando tú estás haciendo otra cosa (informes, powerpoints, correo–e) y oyes tacos al otro lado del despacho. Miras (con curiosidad, porque normalmente nadie levanta la voz) y descubres que la maldita fotocopiadora está jodiendo a alguien y se niega a expulsar el papel que tan primorosamente ha fotocopiado. Haces como que lo ignoras, por supuesto, pero como eres el único que ha levantado la cabeza de sus powerpoints, te miran con ojitos de cordero degollado y te piden “¿Puedes ayudarme? Parece que la fotocopiadora se ha atascado.” ¿Tengo cara de técnico de fotocopiadoras? Sinceramente, pienso que no, pero siempre acabo metiendo la mano y sacando el jodido papelito.

Algunos consejos:

Primero) ¡La fotocopiadora es un invento del demonio! Trátalo con respeto y ella te respetará a ti.

Segundo) ¡Cuidado si la abres para rescatar un papel! Hay partes dentro de la fotocopiadora que queman. Sí, ya sé que hay pegatinas que lo advierten, pero ¿quién las lee?

Tercero) ¡Nunca cambies el tóner! Para eso está el técnico. Tienes su teléfono al lado. El tóner es polvo, un derivado del petróleo, un polvo tan ligero que de un solo golpe forma una nube negra capaz de manchar convertirte en un borrón en segundos.

Cuarto) Si te manchas de tóner, lávate con agua fría. El calor fija el polvo del tóner de forma permanente. Ah, por eso las fotocopias salen calientes. Ya veo que lo vas pillando.

14 de octubre de 2008

Lección 6

CÓMO SOBREVIVIR A LA CRISIS


OBJETIVO DE LA LECCIÓN

Conseguir que todas las alusiones a la crisis nos entren por un oído y nos salgan por el otro sin estremecernos pensando en la nómina.

VOCABULARIO IMPRESCINDIBLE

Crisis. (Del latín Crisis: problemón) 1.Situación de un asunto en la que está en duda la continuación, modificación o cese. 2.Escasez, carestía. 3.Excusa para congelar los sueldos de los funcionarios.

Suele ocurrir que, aunque administremos bien nuestros sueldos y nuestras tarjetas, aunque los precios no suban y aunque el gobierno que esté al mando lo haga a las mil maravillas, ocurren procesos indefectiblemente indefectibles que avocan la economía de un país (o de un hogar) a situaciones de “desaceleración económica no preocupante” o incluso de “coyuntura no favorable de la economía española”.

Pero, ¿por y para qué? Nadie lo sabe. Es una tradición que viene de antiguo: cuando creemos que van bien las cosas y nos atrevemos con un préstamo bancario (¡sí, las hipotecas son préstamos!) van las cosas y se tuercen. Entonces, los responsables toman medidas para paliar los efectos colaterales y llevarnos a todos a buen puerto. ¿Quién se embarcaría en una nave en la que no confiara? La respuesta: los funcionarios.

La primera medida que toman todos los gobiernos es echarle la culpa a la oposición o, en su defecto, a los jeques del petróleo o, si siguen sin convencer, a los americanos. Esta medida, como se puede ver, no ayuda demasiado a nuestras economías de nómina fija.

La segunda y muy popular medida (nunca sé si popular se refiere al PP) es prometer que no se perderá ningún tipo de derecho fundamental relacionado con subsidios, subvenciones y cobro del paro. ¿De qué vivirían en Andalucía si no? Esta medida tampoco ayuda a todos los funcionarios por igual.

La tercera medida que toman las administraciones es ahorrar (en aire acondicionado, en obras públicas, en actos públicos), pero ellos NO SON los que tienen que ahorrar. La crisis (perdón por la palabra) la tenemos los asalariados, no la Administración ni, por supuesto, los altos cargos.

La cuarta medida es como la anterior: una forma de recabar dinero para la Administración, pero no para asegurar las economías individuales: reclamar la deuda histórica. Pero ¿y las comunidades que ya la han cobrado?

Quinta medida, menos popular: no renovar a los contratados, no suplir las bajas por enfermedad, no cubrir las vacaciones con personal eventual... Sigue siendo lo mismo: ahorra la Administración pero no nosotros. Además, crear puestos de trabajo ¿no sería una buena medida para paliar la cr....?

Sexta y fatal medida. ¿No nos imaginamos todos que, tarde o temprano, terminarán por congelar los sueldos de los funcionarios para combatir la parte de crisis que atañe a la Administración?

De acuerdo, nada de esto nos ayuda a nosotros. Entonces, ¿cómo sobrevivir entonces a la (que nosotros SÍ llamamos) crisis?

A todas estas medidas, hermanos funcionarios solidarios, podemos contribuir ayudando en la medida de lo posible en nuestros ministerios y delegaciones, para agilizar la pronta cumplimentación de documentos, la filtración de rumores necesarios, acelerando la propaganda y, si es posible, apagando el aire acondicionado, colaborando con los jefes, haciendo un poco más la pelota, buscándonos un enchufillo por ahí para trepar un poco, ganarnos una jefatura de negociado, en fin: buscarnos las habas para ganar algo más porque, si no, la cosa va a ponerse muuuuuuy fea. Eso... o hacer una huelga general.

6 de octubre de 2008

Lección 5

CÓMO SOBREVIVIR AL AIRE ACONDICIONADO


OBJETIVO DE LA LECCIÓN

Conseguir llegar al viernes sin resfriarnos a causa del mortal aire acondicionado en las oficinas de la Administración.

VOCABULARIO IMPRESCINDIBLE

Aire acondicionado (Del americano Air Conditioned: ay, qué frieission) 1.Aparato moderno y guay para acondicionar la temperatura en verano hasta niveles aptos para la supervivencia humana durante la canícula de agosto. 2.Aparato maldito que algún esquimal manipula cuando no estamos para bajar la temperatura hasta límites intolerables.

Suele ocurrir que hay quien no se resigna a que se acabe el verano (véase la "Lección 3: Cómo sobrevivir a la vuelta de las vacaciones") y sigue insistiendo en que hace calor cuando la realidad es que ha llegado octubre y el termómetro ha bajado más que los Índices de Crecimiento del Gobierno.

Pero, ¿por y para qué? Nadie lo sabe. Llegas a las ocho y cuarto de la mañana, más puntual que un costalero el viernes santo, dejas tu chaqueta, pullover o cárdigan en la percha, te sientas en tu mesa antes de que tu jefe pueda reclamarte los informes atrasados, te poner a leer los correos atrasados, que esos sí que corren prisa, y de repente ¡Atchús! El estornudo de tu vida. ¿Quién c*** ha puesto el aire acondicionado? Y siempre contesta ese compañero que viene con jersey, camisa de franela y camiseta interior. “Es que hace calor”, argumenta.

Con este tipo de individuos, suele ser inútil la negociación. A los sindicatos, como tampoco sirven para nada, ni los llamamos. Los de Riesgos Laborales estarán diseñando sus trípticos y sus cursillos, de modo que tampoco van a acudir. El jefe no para en el despacho, de modo que tampoco nota las condiciones infrahumanas que sufrimos en nuestro iglú. Tampoco sirve de nada, por supuesto, ponerle sobre la mesa la normativa que sacó el Gobierno en verano para mantener la temperatura en los edificios oficiales en 26 grados (o en su defecto 12 menos que la temperatura exterior, lo que obligaría a los sevillanos, por ejemplo, a poner sus aires acondicionados en agosto a 28 ó 30) pero esta normativa no sirve de nada en octubre porque 12 grados menos de los 20 del exterior es no sólo un suicidio administrativo sino darle la razón al maldito compañero del jersey.

¿Qué hacer, pues? En este caso, sugerimos silencio administrativo y salir de compras a buscar una rebequita tipo funcionario que haga juego con nuestros ojos. Otra opción sería esperar a que se jubilara el compañero o consolarnos día tras día con el efecto que produce el aire acondicionado extremo en los jerseys y camisas de las compañeras más jovencitas.


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